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La democracia en América Latina. Los resultados de 2022

Recientemente se publicaron tres diferentes estudios sobre el estado de la democracia en la región. Las conclusiones que arrojan plantean un panorama desalentador. En esta entrada nos dimos a la tarea de resaltar los más importantes hallazgos de estos estudios y hacemos un breve análisis sobre algunos acontecimientos relevantes que hemos visto en los primeros meses del año.


I. Democracy Index 2022 – The Economist


Como cada año desde 2006 The Economist hace un estudio sobre el estado de la democracia en el mundo, para ello analiza cuatro aspectos: (i) procesos electorales y pluralismo; (ii) funcionamiento del gobierno, (iii) participación política, y (iv) cultura política y libertades civiles. Todos los países son evaluados con una puntuación que va de 0 a 10. Con base en esta puntuación se clasifica a los países en cuatro categorías: democracias plenas, democracias imperfectas, regímenes híbridos y regímenes autoritarios.


Los resultados arrojaron que solo 72 de 167 países y territorios estudiados se consideran democracias plenas o defectuosas. El número de "democracias plenas" aumentó de 21 a 24 en este reporte, pues se incorporación Chile, Francia y España. Por el contrario las "democracias defectuosas" se redujeron de 53 a 48 en 2022. De los países restantes, 59 son considerados "regímenes autoritarios", mismo número de 2022, y 36 están clasificados como "regímenes híbridos", dos más que en 2021.


En los últimos años el respeto a los derechos ha decrecido, en este de manera particular hubo una regresión, en parte se debe a las restricciones adoptadas durante la pandemia por COVID-19, aunque se esperaba que a medida que se levantaban dichas restricciones los puntajes regresaran a sus niveles habituales, y a pesar de que sí hubo algunos avances, no se observó un repunte en las calificaciones totales del índice. Las mejoras se vieron disminuidas por algunos retrocesos democráticos en diferentes países, principalmente en Rusia, Burkina Fasso y Haití.


América Latina es una de la regiones donde el retroceso ha sido constante,  pese al levantamiento de restricciones por pandemia no hubo mejoría. Tanto Haití como El Salvador presentaron importantes bajas en sus puntuaciones; México fue el tercero en la región con mayor caída en la puntuación.


En Haití por un lado el gobierno se desvaneció a medida que cedía terreno a las bandas armadas, y la petición del primer ministro de una intervención extranjera para restablecer el orden llevó a la pérdida del control estatal sobre el país, esto se sumó a la negativa a llamar a elecciones, el asesinato del presidente y al desmantelamiento de las ramas del Estado. En El Salvador el retroceso democrático se ha debido a que el presidente socavó los controles y equilibrios institucionales, burló los límites constitucionales anunciando reelección consecutiva e introdujo un estado de emergencia que restringió las libertades civiles, sumado a las amenazas a la libertad de prensa. México por su parte, de acuerdo al estudio, está pasando por un retroceso democrático debido a que el presidente ha usado su posición y la mayoría parlamentaria para descalificar a sus oponentes, minimizar a las autoridades electorales (a través de leyes) y atacar a periodistas.


II. Democracy Report 2023. Defiance In The Face Of Autocratization - V-Dem Institute


Este es un estudio que distingue entre cuatro tipos de regímenes: autocracias cerradas, autocracias electorales, democracias electorales y democracias liberales. Para ello se utiliza el indicador Regímenes del Mundo que permite obtener un análisis de los distintos cambios de régimen y de las diferencias entre autocracias y democracias. Se utiliza una escala de 0 a 1 para medir la calidad de la democracia, donde 0 representa la ausencia total de democracia y 1 representa la democracia plena.


El estudio del V-Dem señala que existe un retroceso generalizado, los niveles de democracia que se observan actualmente son en promedio similares a los de 1986. La región Asia-Pacífico es la que presenta un mayor retroceso, sus niveles de democracia se comparan con los de 1978. El estudio concluye que ahora mismo hay más autocracias cerradas que democracias liberales, algo que se ve por primera vez en más de dos décadas.


Los principales problemas fueron observados en la libertad de expresión, pues se está deteriorando en 35 países, la censura gubernamental de los medios de comunicación ha empeorado en 47 países, y la represión gubernamental ha aumentado en 37 países. Asimismo, se destaca que las medidas adoptadas durante la pandemia por COVID-19 tuvieron un impacto significativo en la calidad democrática puesto que muchos gobiernos limitaron las libertades civiles y políticas en nombre de la seguridad pública, lo que llevó a que el Estado de Derecho y la calidad de las elecciones también enfrentaran descensos en muchos países.


A pesar de lo anterior, el estudio considera que la región de América Latina y el Caribe sigue siendo una de las más democráticas, segunda después de Europa. Sin embargo, ocho países fueron clasificados como autocratizadores, es decir que caminaron hacia la autocracia. Estos fueron: Brasil, Chile, El Salvador, Guatemala, Haití, Nicaragua, Uruguay y Venezuela.


Considera que la gran mayoría de los países latinoamericanos (83%) vive en democracias electorales: Argentina, Colombia y México. Las autocracias en la región son países comparativamente pequeños como Cuba, Nicaragua y Venezuela, los cuales representan el 12% de los habitantes de la región.


En términos generales, el estudio considera que países como Brasil, Nicaragua, Venezuela, Haití, Nicaragua y El Salvador presentaron en 2022 un aumento en la desinformación propagada desde el gobierno, mientras que países como México, Bolivia y Perú se encuentran en los niveles de 2012. Estos últimos tres también presentan un nivel de polarización similar al de 2012, contrario a lo que sucedió con países como Brasil, Chile, Guatemala y Nicaragua, cuya polarización es mucho mayor ahora en 2022.


III. Estado Global de la Democracia – IDEA Internacional


El Estado Global de la Democracia (GSoD) proporciona un análisis y datos sobre el estado y la calidad de la democracia en 173 países de todo el mundo. Los Índices del Estado Global de la Democracia miden aspectos de la democracia y los derechos humanos que han sido fundamentales para el trabajo de IDEA Internacional. En total se hace un análisis de 116 variables, sin embargo, no se incluye un valor singular para la calidad democrática, y solo una clasificación de la democracia en tres categorías: de rendimiento alto, medio o bajo.


El estudio reveló un declive y estancamiento de la democracia en todo el mundo. Una mirada cercana a los datos deja ver que si bien muchas democracias han puesto en marcha las leyes y la infraestructura necesarias para respaldar a las instituciones, el acceso desigual a estas es un problema grave y continuo. Esto ha llevado a que haya habido un aumento de casi el doble en la cantidad de protestas y manifestaciones sociales, con respecto de 2017. Si bien la capacidad y la disposición de las personas para protestar públicamente es una señal del funcionamiento de la democracia, también es una advertencia. La Encuesta Mundial de Valores demuestra que menos de la mitad de todos los encuestados creen que la democracia es importante, frente al 52,4% de 2017.


El estudio analiza que varios líderes autoritarios populistas están intentando desmantelar la democracia después de haber sido elegidos democráticamente; a pesar de que estos líderes entienden las necesidades de la ciudadanía, una vez en el poder pueden debilitar el ejercicio de derechos y las instituciones democráticas. Se hizo mención expresa al presidente López Obrador y su partido por los intentos de debilitar órganos constitucionales autónomos, como el INE y los OPLE, recortando sus presupuestos y cuestionando sus atribuciones. En Brasil, el presidente Bolsonaro hizo lo propio contra el Tribunal Supremo Electoral y el sistema de votación electrónica. En EE. UU., la "gran mentira" de Donald Trump sobre las elecciones de 2020 continúa difundiéndose. Y en Perú, las denuncias de fraude posteriores a la victoria del presidente Pedro Castillo debilitaron la confianza pública en la autoridad electoral.


Viendo los estudios sobre el estado de la democracia, vale la pena ver qué es lo que ha pasado en América Latina en lo que va de 2023, entender las tendencias de las que dan cuenta los estudios y hacernos una idea de lo que podemos esperar de cara nuevos análisis.


En Nicaragua el presidente Daniela Ortega ha buscado mantenerse en el poder a toda costa, dando paso a fuertes y graves violaciones a los derechos humanos, tal es el caso de la cárcel El Chipote donde han sido torturados y encerrados decenas de políticos quienes son considerados traidores y desestabilizadores del régimen. Recientemente, el presidente liberó a varios de esos presos políticos luego de modificar la Constitución para retirarle su nacionalidad a quienes cometieran el crimen de traición a la patria, lo que llevó a la expulsión hacia EEUU de más de 200 presos políticos.


En Perú el expresidente Pedro Castillo salió de la presidencia en diciembre de 2022 debido a su intento por disolver el Congreso, lo que llevó a su detención y encarcelamiento. Dina Boluarte, entonces vicepresidenta, asumió el cargo de presidenta, sin embargo, en la calle la ciudadanía, luego de varios años de inestabilidad política y polarización, exige que se convoque a nuevas elecciones. Las medidas del gobierno contra los manifestantes han dejado ya más de 50 muertos. La solicitud de nuevas elecciones sigue sin prosperar.


En Brasil miles de ciudadanos protestaron el 9 de enero del 2023 en diversas ciudades para repudiar los ataques del 8 de enero que llevaron a cabo grupos bolsonoristas radicales, con los cuales buscaban derrocar el gobierno del ahora presidente Ignacio Lula Da Silva. Los manifestantes pidieron castigo para aquellos que participaron en los actos en los que varios grupos acudieron a las instalaciones del Ejército pidiendo un golpe militar para reinstaurar a Bolsonaro. Lula respondió "no vamos a permitir que la democracia escape de nuestras manos" y ha buscado mantener el orden a través del diálogo con gobernadores del país.


En Guatemala, el proceso electoral para elegir entre otros cargos la presidencia ya inició. En las últimas semanas ha llamado la atención que a varias candidaturas presidenciales se les ha impedido el registro. Por un lado, el Tribunal Electoral negó la inscripción de la fórmula presidencial del partido Movimiento de Liberación de los Pueblos, que presentó a Thelma Cabrera a la presidencia y a Jordán Rodas a la vicepresidencia, esto debido a que Rodas fue señalado de tener denuncias penales en su contra. Por otro lado, El Frente de Resistencia Contra el Fraude Electoral y la Dictadura marchó para rechazar la candidatura de la Coalición Valor-Unionista, que presentó a Zury Ríos como candidata a la presidencia, quien constitucionalmente tiene impedimento de competir por su vínculo familiar con el exdictador Efraín Ríos; en ocasiones anteriores a Ríos se le ha negado la posibilidad de participar en elecciones.


En Ecuador el presidente Guillermo Lasso ha enfrentado acusaciones dentro de la Asamblea Nacional por los presuntos delitos de peculado y concusión. La Corte Constitucional admitió las denuncias por el delito de peculado y declaró viable el juicio político por este. Dentro de los próximo 45 días la Asamblea deberá presentar argumentos a favor o en contra de llevar al mandatario a juicio. Para que este sea viable se necesita un mínimo de 92 votos. Este sería el segundo intento de juicio al mandatario, mismo que asegura que este proceso se trata de un nuevo intento de la oposición por desestabilizar su gobierno.


Como podemos observar, la democracia en la región vive tiempos complejos, los conflictos políticos y sociales son constantes y en muchos países las actitudes autoritarias predominan, todo esto ha traído un estancamiento democrático. Preocupan principalmente los ataques de los presidentes hacia los órganos autónomos y el uso de estados de excepción para limitar el ejercicio de derechos de la ciudadanía. Finalmente llama la atención que en los tres estudios se da cuenta del decaimiento de la democracia en Estados Unidos, lo que puede indicar que este país poco a poco deje de ser faro para la región en este tema.


Es importante no dejar de entender las razones socio-políticas que han llevado al debilitamiento de la democracia, ya que es la forma de atender a tiempo las causas, así como denunciar los abusos, lo puede ser la diferencia entre una democracia plena y el autoritarismo.


Fuentes:

Democracy Index 2022 – The Economist https://www.eiu.com/n/campaigns/democracy-index-2022/


Democracy Report 2023. Defiance In The Face Of Autocratization - V-Dem Institute

https://www.v-dem.net/documents/29/V-dem_democracyreport2023_lowres.pdf


Estado Global de la Democracia – IDEA Internacional

https://idea.int/democracytracker/gsod-report-2022